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La Colombia para los niños dista en 1967 a lo que es hoy. Recordamos la carta anónima de una niña encontrada junto a un recién nacido dentro de una caja de cartón en Bogotá. Foto de "El Tiempo".

La noche del 30 de Mayo de 1967, arropado con una cobija un par de comisarios encontraron a un niño recién nacido en la Caracas con 53 en la capital colombiana. Junto a él una carta anónima presuntamente de su hermana de 10 años de edad. El diario El Tiempo la transcribió en su momento:
"Me tomo el atrevimiento de traer este niño en estas condiciones porque es huérfano. Les cuento que su padre murió hace dos meses en un accidente y su madre, que estaba esperando, al saber la noticia se enfermó gravemente. Gastó todo lo que tenía en la enfermedad y quedó en la más absoluta miseria. Los dos son de buena familia y muy decentes. La señora murió ayer al amanecer y yo no puedo hacerme cargo del niño porque no tengo sino diez años de edad. En mi casa somos diez. Yo vivía con ellos y era como su hermana. Me trataban como una hija. Yo también soy huérfana pero estoy más grandecita y puedo defenderme. Veo las cosas muy mal para este niño y por eso acudo a su ayuda. Ojalá encuentre un hogar en donde no le falte nada. Y el calor y el cariño que necesita. Espero que lo recojan y le den el hogar que yo no tengo. No me denuncien pues me parece que no estoy haciendo un mal sino una obra de caridad para con este niño. Sean buenos. Háganlo por la Virgen Santísima y por San Martín de Porres que algun dia este niño les pagará si Dios lo conserva vivo. Su servidora. Muchas gracias. Dios se los pague."
El diario en su momento asegura que la carta tiene características de la escritura de un menor de edad pero cuesta creer que en el contexto en el que se da la noticia una persona de 10 años escribiera y con tanto detalle. A pesar de tener esa duda es interesante ver el imaginario y la construcción social alrededor del abandono y de cómo se daban las razones dentro de un relato normalizado sobre algunas de las dinámicas familiares del país.

En el mismo diario se registra el caso de las hermanas Ismirna y Guatumozín quienes su padre Octavio Soler solicita a este medio de comunicación que se divulgue su interés por entregar en adopción a sus dos hijas de manera directa y no de la Beneficiencia de Cundinamarca a la que se le acusaba de tramitología.

El señor Soler refiere que "Quiero conseguir una persona que adopte a mis hijos... porque no puedo soportar la situación económica" quien aseguraba el diario tenía 5 hijos más y no podía mantenerlos a todos con los 500 pesos que ganaba mensualmente (un poco menos de un salario mínimo de la época).

La respuesta de algunos ciudadanos no se hace esperar y el diario publica los motivos que encuentran ellos para adoptar a los niños entre los que se encuentran quienes piden uno de los dos, parejas que no han podido tener hijos o personas que refieren haber "recogido" a otros niños.

About Samuel Ortiz

Trabajador Social egresado de la UCMC
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